jueves, 1 de marzo de 2012

Huellas entre las lineas...



"El lenguaje y la realidad están interconectados dinámicamente"
Paulo Freire.



Es notorio que los maestros de literatura  cuando leemos  y escribimos  tenemos  una tendencia más profundamente arraigada a la sensibilidad  que nace del despertar de los sentidos y de las emociones  a través de nuestro propio cuerpo. Lo que leemos nos mueve a nuevos mundos maravillosos en los que nuestra propia vida adquiere otro sentido y cuando escribimos podemos reflejar la belleza del saber que se está instalando en nuestra alma y que de la misma manera conmueve nuestra experiencia cotidiana haciendo que  nuestras ideas tomen un rumbo que jamás imaginamos y que nos aparta de la realidad dolorosa; pero que además nos mece entre sus brazos para darnos una opción vital diferente en la que la acogida del otro cobra un nuevo color.

Somos un cuerpo con ideas, emociones, sentidos, sentimientos, raices,sueños... Somos hijos de nuestra cultura , de nuestra sociedad, del mundo que habitamos y además somos relación con otros y a partir de allí tenemos concepciones que irrigan todo nuestra ser y que van a dar cabida y esperanza a lo que hoy somos y la manera como visualizamos el mundo y la vida.

Cuando reconocemos que el cuerpo es el medio para mostrar el alma, miramos la existencia diferente y reconocemos que al leer y al escribir nacemos a la sociedad y damos un poco de nosotros en esa relación amorosa entre las letras y las flores de la cotidianidad ; de esta manera se transforma nuestro propio cuerpo y eso que leemos deja huellas en nuestro corazón y lo irradiamos en lo que escribimos para hacer  volar a otras almas a mundos impensados.




El caballo  Jairo Aníbal Niño.

Narrar historias no es  solo poner en palabras algo vivido, es proponer nuevos mundos, es percibir,  sentir,  demostrar, transformar, exponer el cuerpo a través se su sensibilidad, pero  si la palabra se configura bajo un modelo o mejor bajo una firmeza irrenunciable a que debe persistir lo único en donde las experiencias, las figuras literarias,  el cuerpo y los sentidos no tenga importancia, dejaremos aun lado el encuentro, ese encuentro  que nace cuando escribimos y leemos al otro, cuando reconocemos en el otro la diferencia y los nuevos universos que pueden existir dentro de este mundo.


Somos futuros maestros de literatura, lo cual  implica generar  encuentros, por lo tanto no deben existir barreras a la hora de crear, leer o escribir de lo contrario no saldríamos de nuestro caparazón para ver la luz de la vida y el alma que poseen las palabras del  otro.









Cuestione la lectura en voz alta en el aula.

Es necesario construir espacios que fomenten la lectura en voz alta, debido a que esta práctica pedagógica  genera afectaciones que involucran emociones, sentimientos y la sensibilidad del cuerpo del  lector, pero antes de participar y promover este espacio  debemos  preguntar a nuestros lectores
 - ¿Qué leen, para Quién o para Qué?- .
Leen por requisito, leen por  necesidades de  respuestas, leen por hábito o  leen por gusto. Quizá  esta última respuesta desearíamos encontrar como resultado, siendo el gusto la experiencia a favor y como primer requisito para poder construir un espacio hacia la lectura en voz alta.
Esta actividad no debe ser una imposición ya que puede transformarse en un ejercicio que cause distanciamiento efecto contrario a lo que realmente se busca, debido a que las emociones corporales son dinámicas que define los distintos dominios de acción para algunos. Persona  que no encuentre en la lectura una  actividad de gusto, configurará este  espacio como un lugar en el cual no desearía estar (por ello están importante para el docente infundir y conocer el gusto por la lectura, enseñar a leer, a sentir y percibir las experiencia del escrito, proponer, demostrar un nuevo mundo y caminos a través de la palabra).


Un buen ejercicio debe dar inicio con la selección adecuada de textos, identificar gustos y reconocer que cada grupo en particular tiende a acoger historias a partir de sus vivencias y edades. Ejemplo: El sentir una canción o un poema, de acuerdo a mi gusto, leerlo en  voz alta, hará que  por momentos exaltemos términos o frases que deseamos que el otro reconozca,  es un ejercicio que puede lograr mayor aprehensión para las lecturas iniciales en voz alta.


 Solo un buen maestro promueve  una lectura con gusto,  incorporando la afectación corporal desde la posición de  leer en voz alta como placer y emoción.

1 comentario:

  1. Chicas, recuerden escribir la fuente bibliográfica de las imágenes... hacen un interesante cuestionamiento sobre la lectura en voz alta... tendriamos que pensar más en esa crítica de Clara Cuervo, por otra parte.. me llama la atención ¿Cual fue la lectura desde los sentidos corporales al poema del caballo?

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